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viernes, 5 de octubre de 2012




 José Julián Martí Pérez (La Habana, Cuba, 28 de enero de 1853 – Dos Ríos, Cuba, 19 de mayo de 1895) fue un político republicano democrático, pensador, periodista, filósofo y poeta cubano de origen español , creador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra del 95 o Guerra Necesaria. Perteneció al movimiento literario del modernismo.




Árbol de mi Alma



Como un ave que cruza el aire claro
         Siento hacia mí venir tu pensamiento                                      
 Ábrese el alma en flor:
 tiemblan sus ramas 
 Como los labios frescos de un mancebo

 En su primer abrazo a una hermosura
: Cuchichean las hojas: tal parecen 
 Lenguaraces obreras y envidiosas, 
 A la doncella de la casa rica 

 En preparar el tálamo ocupadas: 
 Ancho es mi corazón, y es todo tuyo: 
 Todo lo triste cabe en él, y todo 
 Cuanto en el mundo llora, y sufre, y muere! 

 De hojas secas, y polvo, 
y derruidas Ramas lo limpio: 
bruño con cuidado Cada hoja, 
y los tallos: de las flores
 Los gusanos del pétalo comido
 Separo: oreo el césped en contorno 

 Y a recibirte, oh pájaro sin mancha 
 Apresto el corazón enajenado
                     by José Martí



El extranjero
  

Hoja tras hoja de papel consumo:
 Rasgos, consejos, iras, letras fieras
 Que parecen espadas
: Lo que escribo, Por compasión lo borro, 
porque el crimen, 
 El crimen es al fin de mis hermanos. 

 Huyo de mí, tiemblo del sol;
 quisiera Saber dónde hace el topo su guarida,
 Dónde oculta su escama la serpiente, 

 Dónde sueltan la carga los traidores,


 Y dónde no hay honor, sino ceniza: ¡Allí, 
mas sólo allí, decir pudiera 
 Lo que dicen y viven!, ¡que mi patria
 Piensa en unirse al bárbaro extranjero! 

 IYo callaré, yo callaré: que nadie 
Sepa que vivo: que mi patria nunca 
Sepa que en soledad muero por ella: 

Si me llaman, iré: yo sólo vivo 
Porque espero a servirla: así, muriendo,
 La sirvo yo mejor que husmeando el modo 
De ponerla a los pies del extranjero.
                                                         by José Martí


                       Dolor                       

¡Dolor! ¡Dolor! eterna vida mía,
 Ser de mi ser, sin cuyo aliento muero!
 Goce en buen hora espíritu mezquino
 Al son del baile animador, y prenda 
Su alma en las flores que el flotante lino
 De mujeres bellísimas engasta:?
 Goce en buen hora, y su cerebro encienda
 En la rojiza lumbre de la incasta 
Hoguera del deseo:? Yo, ?
embriagado de mis penas,? 
me devoro, Y mis miserias lloro, 
Y buitre de mí mismo me levanto, 
Y me hiero y me curo con mi canto,
 Buitre a la vez que altivo Prometeo.
  by José Martí



La niňa de Guatemala

Quiero, a la sombra de un ala,
 Contar este cuento en flor:
 La niña de Guatemala,

 La que se murió de amor.
 Eran de lirios los ramos,
 Y las orlas de reseda

 Y de jazmín: la enterramos
 En una caja de seda.
 Ella dio al desmemoriado

 Una almohadilla de olor:
 El volvió, volvió casado: 
Ella se murió de amor.

 Iban cargándola en andas
 Obispos y embajadores:
 Detrás iba el pueblo en tandas,

 Todo cargado de flores.
 Ella, por volverlo a ver,
 Salió a verlo al mirador:

 Él volvió con su mujer: 
Ella se murió de amor.
 Como de bronce candente 

Al beso de despedida 
Era su frente la frente
 Que más he amado en mi vida.

 Se entró de tarde en el río, 
La sacó muerta el doctor:
 Dicen que murió de frío:

 Yo sé que murió de amor. 
 Allí, en la bóveda helada
, La pusieron en dos bancos:

 Besé su mano afilada, 
Besé sus zapatos blancos
. Callado, al oscurecer,

Me llamó el enterrador: 
Nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor
                by José Martí

Mujeres

Esta es rubia; ésta, oscura; 
aquella, extraña 
Mujer de ojos de mar y cejas negras: 
Y una cual palma egipcia alta y solemne
 Y otra como un canario gorjeadora.

 Pasan, y muerden: los cabellos luengos
 Echan, como una red: como un juguete 
La lánguida beldad ponen al labio 
Casto y febril del amador que a un templo

 Con menos devoción que al cuerpo llega
 De la mujer amada: ella, sin velos
 Yace, y a su merced: -él, casto y mudo 
En la inflamada sombra alza dichoso

 Como un manto imperial de luz de aurora. 
Cual un pájaro loco en tanto ausente
 En frágil rama y en menudas flores, 
De la mujer el alma travesea: 

Noble furor enciende al sacerdote 
Y a la insensata, contra el ara augusta 
Como una copa de cristal rompiera: 
Pájaros, sólo pájaros: 
el alma Su ardiente amor reserva al universo.
                                                                                   by José Martí



La copa envenenada

¡Desque toqué, señora, vuestra mano 
Blanca y desnuda en la brillante fiesta,
 En el fiel corazón intento en vano 
Los ecos apagar de aquella orquesta! 

 Del vals asolador la nota impura ¨
Que en sus brazos de llama suspendidos
 Rauda os llevaba -al corazón sin cura,
 Repitenla amorosos mis oídos. 

 Y cuanto acorde vago y murmurio 
Ofrece al alma audaz la tierra bella,
 Fíngelos el espíritu sombrío-
 Tenue cambiante de la nota aquella.

 ¡Oigola sin cesar! Al brillo, ciego, 
En mi torno la miro vagorosa Mover 
con lento son alas de fuego
 Y mi frente a ceñir tenderse ansiosa.

 ¡Oh!, mi trémula mano bien sabría
 Al aire hurtar la alada nota hirviente 
Y, con arte de dulce hechicería,
 Colgando adelfas a la copa ardiente

, En mis sedientos brazos desmayada
 Daros, señora, matador perfume:
 Mas yo apuro la copa envenenada
 Y en mí acaba el amor que me consume.
                              by José Martí




Cuando me puse a pensar

Cuando me puse a pensar 
 La razón me dio a elegir
 Entre ser quien soy, o ir 
 El ser ajeno a emprestar 
Mas me dije: si el copiar
 Fuera ley, no nacería 
Hombre alguno, pues haría 
Lo que antes de él se ha hecho
: Y dije, llamando al pecho, 
¡Sé quien eres, alma mía!?
                              by José Martí




                                                                  Yo soy un hombre sincero

 Yo soy un hombre sincero
 De donde crece la palma,
 Y antes de morirme quiero 
Echar mis versos del alma. 

 Yo vengo de todas partes
, Y hacia todas partes voy: 
Arte soy entre las artes, 
En los montes, monte soy. 

 Yo sé los nombres extraños
 De las yerbas y las flores, 
Y de mortales engaños, 
Y de sublimes dolores.

 Yo he visto en la noche oscura 
Llover sobre mi cabeza 
Los rayos de lumbre 
pura De la divina belleza. 
 Alas nacer vi en los hombros

 De las mujeres hermosas: 
Y salir de los escombros,
 Volando las mariposas. 
 He visto vivir a un hombre 

Con el puñal al costado,
 Sin decir jamás el nombre 
De aquella que lo ha matado.
 Rápida, como un reflejo,

 Dos veces vi el alma, dos:
 Cuando murió el pobre viejo
,Cuando ella me dijo adiós
 Temblé una vez —en la reja, 

A la entrada de la viña,
 Cuando la bárbara abeja
 Picó en la frente a mi niña.
 Gocé una vez, de tal suerte

 Que gocé cual nunca,cuando 
La sentencia de mi muerte
 Leyó el alcalde llorando.
 Oigo un suspiro, a través 

De las tierras y la mar, 
Y no es un suspiro,es
 Que mi hijo va a despertar. 
 Si dicen que del joyero

 Tome la joya mejor,
 Tomo a un amigo sincero
 Y pongo a un lado el amor.



IV - Yo visitaré anhelante..

. Yo visitaré anhelante
 Los rincones donde a solas 
 Estuvimos yo y mi amante
 Retozando con las olas.

 Solos los dos estuvimos, 
 Solos, con la compañía 
 De dos pájaros que vimos 
 Meterse en la gruta umbría.
 Y ella, clavando los ojos, 

En la pareja ligera
, Deshizo los lirios rojos
 Que le dio la jardinera.
 La madreselva olorosa 
 Cogió con sus manos ella, 

 Y una madama graciosa, 
 Y un jazmín como una estrella. 
 Yo quise, diestro y galán, 
 Abrirle su quitasol; 
 Y ella me dijo: "
Qué afán! 

 ¡Si hoy me gusta ver el sol!"
 "Nunca más altos he visto 
 Estos nobles robledales:
 Aquí debe estar el Cristo,
 Porque están las catedrales."

 "Ya sé dónde ha de venir 
 Mi niña a la comunión;
 De blanco la he de vestir 
 Con un gran sombrero alón
." Después, del calor al peso,

 Entramos por el camino, 
 Y nos dábamos un beso
 En cuanto sonaba un trino
. ¡Volveré, cual quien no existe, 
 Al lago mudo y helado
 Clavaré la quilla triste: 
 Posaré el remo callado!
                by José Martí


Yo tengo un alnigo muerto.

.. Yo tengo un alnigo muerto 
que suele venirme a ver: 
Ini alnigo se sienta y canta; 
canta en voz que ha de doler:

 "En un ave de dos alas
 bogo por el cielo azul: 
un ala del ave es negra, 
otra de oro Caribú.

 El corazón es un loco 
que no sabe de un color
: o es su amor de dos colores, 
o dice que no es amor.

 Hay una loca más fiera
 que el corazón infeliz:
la que le chupó la sangre 
y se echó luego a reír. 

 Corazón que lleva rota
 el ancla fiel del hogar,
 va como barca perdida, 
que no sabe a dónde va.

 " En cuanto llega a esta
 angustia rompe el Inuerto
a maldecir: le amanso e
l cráneo: lo acuesto:
 acuesto el muerto a dormir.
                                                                 by José Martí




                                                                     Los zapaticos de rosa        

Hay sol bueno
 y mar de espumas,
 Y arena fina, y Pilar 
Quiere salir a estrenar
 Su sombrerito de pluma.
 "¡Vaya la niña divina!"

 Dice el padre, y le da un beso, 
"Vaya mi pájaro preso 
A buscarme arena fina!

". "Yo voy con mi niña hermosa",¨
 Le dijo la madre buena: "
¡No te manches en la arena 
Los zapaticos de rosa!" 

 Fueron las dos al jardín 
Por la calle del laurel:
 La madre cogió un clavel 
Y Pilar cogió un jazmín.

 Ella va de todo juego, 
Con aro, y balde y paleta: 
El balde es color violeta, 
El aro es color de fuego.

 Vienen a verlas pasar,
 Nadie quiere verlas ir,
 La madre se echa a reír, 
Y un viejo se echa a llorar.

 El aire fresco despeina
 A Pilar, que viene y va 
Muy oronda:"¡Dí, mamá! 
¿Tú sabes qué cosa es reina?"

 Y por si vuelven de noche
 De la orilla de la mar,
 Para la madre y Pilar 
Manda luego el padre el coche

. Está la playa muy linda: 
Todo el mundo está en la playa;
 Lleva espejuelos el aya
 De la francesa Florinda
. Está Alberto, el militar 

Que salió en la procesión 
Con tricornio y con bastón
, Echando un bote a la mar.
 ¡Y qué mala, Magdalena 

Con tantas cintas y lazos, 
A la muñeca sin brazos,
 Enterrándola en la arena! 
 Conversan allá en las sillas, 

Sentadas con los señores,
 Las señoras, como flores,
 Debajo de las sombrillas.

 Pero está con estos modos 
Tan serios, muy triste el mar:
 ¡Lo alegre es allá, al doblar, 
En la barranca de todos! 

 Dicen que suenan las olas 
Mejor allá en la barranca, 
Y que la arena es muy blanca¨
 Donde están las niñas solas.

 Pilar corre a su mamá: 
"¡Mamá, yo voy a ser buena; 
Déjame ir sola a la arena; 
Allá, tú me ves, allá!"

"¡Esta niña caprichosa! 
No hay tarde que no me enojes: 
Anda, pero no te mojes 
Los zapaticos de rosa."

 Le llega a los pies la espuma
, Gritan alegres las dos;
 Y se va, diciendo adiós, 
La del sombrero de pluma. 

 Se va allá, donde ¡muy lejos! 
Las aguas son más salobres,
 Donde se sientan los pobres
, Donde se sientan los viejos! 

 Se fue la niña a jugar,
 La espuma blanca bajó, 
Y pasó el tiempo, y pasó 
Un águila por el mar. 

 Y cuando el sol se ponía
 Detrás de un monte dorado
, Un sombrerito callado
 Por las arenas venía.

 Trabaja mucho,
 trabaja, Para andar: 
¿qué es lo que tiene Pilar
 que anda así, que viene 
Con la cabecita baja?

 Bien sabe la madre hermosa 
Por qué le cuesta el andar: 
--¿Y los zapatos, Pilar, 
Los zapaticos de rosa?" 

 "¡Ah, loca! ¿en dónde estarán?
 ¡Dí dónde Pilar!"
 –"Señora", 
Dice una mujer que llora:
 "¡Están conmigo, aquí están!"

 "Yo tengo una niña enferma
 Que llora en el cuarto obscuro,
 Y la traigo al aire puro, 
A ver el sol, y a que duerma. "

Anoche soñó, soñó
 Con el cielo, y oyó un canto,
 Me dio miedo,
 me dio espanto, 
Y la traje y se durmió.

 "Con sus dos brazos menudos 
Estaba como abrazando;
 Y yo mirando, mirando 
Sus piececitos desnudos.

 "Me llego al cuerpo la espuma.
 Alcé los ojos, y ví 
Está niña frente a mí
 Con su sombrero de pluma.

 "¡Se parece a los retratos
 Tu niña"--dijo:--"¿Es de cera? 
¿Quiere jugar? ¡si quisiera!…
 ¿Y por qué está sin zapatos?

 "Mira, ¡la mano le abrasa,
 Y tiene los pies tan fríos!
 ¡Oh, toma, toma los míos,
 Yo tengo más en mi casa!

" ¡No sé bien, señora hermosa,
 Lo que sucedió después
: ¡Le ví a mi hijita en los pies 
Los zapaticos de rosa!"

 Se vio sacar los pañuelos 
A una rusa y a una inglesa; 
El aya de la francesa 
Se quitó los espejuelos

. Abrió la madre los brazos,
 Se echó Pilar en su pecho, 
Y sacó el traje deshecho,
 Sin adornos y sin lazos.
 Todo lo quiere saber 

De la enferma la señora:
 ¡No quiere saber que llora 
De pobreza una mujer!
 "¡Sí, Pilar, dáselo!
 ¡y esoTambién! ¡tu manta!

 ¡tu anillo! "
Y ella le dio su bolsillo, 
Le dio el clavel, le dio un beso.

 Vuelven calladas de noche
 A su casa del jardín;
 Y Pilar va en el cojín 
De la derecha del coche.

 Y dice una mariposa
 Que vio desde su rosal 
Guardados en un cristal 
Los zapaticos de rosa.
by José  Martí



Si ves un monte de espumas, 

Es mi verso lo que ves,
 Mi verso es un monte
, y es Un abanico de plumas.

 Mi verso es como un puñal
 Que por el puño echa flor: 
Mi verso es un surtidor 
Que da un agua de coral.

 Mi verso es de un verde claro 
Y de un carmín encendido:
Mi verso es un ciervo herido 
Que busca en el monte amparo.

 Mi verso al valiente agrada:
 Mi verso, breve y sincero, 
Es del vigor del acero 
Conque se funde la espada
. by José Martí

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